jueves, 1 de mayo de 2014

TOMA DE DECISIONES BASADA EN EL RESPETO A LOS DERECHOS DE LOS DEMÁS




A continuación se presenta un fragmento del libro el contrato social  de Rousseau, uno de los textos más influyentes en las actuales ideas de democracia y Estado de derecho; en él se establece que la sociedad es regida por un gobierno constituido por un conjunto de leyes.
El contrato social que es enunciado en el fragmento, propone una asociación legitima entre las personas para que todas sean beneficiadas.




1. Como los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas sino solamente unir y dirigir las que existen, no tienen otro medio de conservación que el de formar por agregación una suma de fuerzas capaz de sobrepujar la resistencia, de ponerlas en juego con un solo fin y de hacerlas obrar unidas y de conformidad.

2. Esta suma de fuerzas no puede nacer sino del concurso de muchos pero, constituyendo la fuerza y la libertad de cada hombre los principales instrumentos para su conservación, ¿cómo podría comprometerlos sin perjudicarse y sin descuidar las obligaciones que tiene para consigo mismo? Esta dificultad puede enunciarse en los siguientes términos:

3. "Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes."

Fuente: Rousseau, Jean Jacques. El contrato social. Porrúa, México, 2002.


1. El ser humano no puede crear los recursos naturales, tampoco elige  el lugar en el que nace, menos aún su destino. Sin embargo, tiene la capacidad de administrar sus recursos, adecuar el lugar donde vive y buscar aquello que la suerte no le da.
Ahora bien, aunque podamos administrar los recursos, si cada quien lucha con la única idea de obtenerlos para el consumo propio, el resultado inevitable será el agotamiento de éstos. Pero, si por el medio del acuerdo se buscan unir las fuerzas para encontrar la manera de que tales recursos se conserven, el asunto cambia.



















2. El problema social consiste en conciliar los distintos intereses y necesidades de las personas que comparten y trabajan en conjunto. No obstante ¿cómo lograr que todos queden satisfechos  con lo que se hace si cada quien quiere cosas distintas? En realidad se trata de lograr acuerdos y tomar decisiones que permitan el cumplimiento de los intereses de todos, y que la vez no perjudiquen a nadie, pues “el respeto al derecho ajeno es la paz”.







3. Lo primero que como grupo se debe decidir es respetar el lugar y la situación, las opiniones y las propuestas de cada integrante. Lo siguiente es buscar los puntos en común y las discrepancias.  Esto implica atender el interés colectivo, respetando el de todos y  así se logrará el propósito de cada uno.